El estreñimiento es una alteración del tránsito intestinal que se manifiesta por la dificultad o infrecuencia para evacuar. Generalmente se considera estreñimiento cuando una persona tiene menos de tres deposiciones por semana, con heces duras, secas o evacuación incompleta. Aunque ocasionalmente puede ser pasajero, cuando se vuelve frecuente o crónico, puede impactar la calidad de vida e incluso generar complicaciones como hemorroides, fisuras anales o megacolon.

Este problema afecta a millones de personas en todo el mundo, siendo más común en mujeres, personas mayores, embarazadas y quienes llevan un estilo de vida sedentario o una alimentación baja en fibra.
¿Qué lo causa?
El estreñimiento puede tener múltiples causas, tanto relacionadas con la alimentación como con el estilo de vida y la salud general. Las más frecuentes son:

- Dieta pobre en fibra: El bajo consumo de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres ralentiza el tránsito intestinal.
- Falta de líquidos: La deshidratación endurece las heces, dificultando su paso.
- Sedentarismo: El movimiento corporal estimula el peristaltismo intestinal; la inactividad lo reduce.
- Ignorar la necesidad de defecar: Retener repetidamente las ganas de ir al baño puede alterar el reflejo natural de evacuación.
- Uso prolongado de laxantes: El abuso de laxantes puede hacer que el intestino “olvide” cómo trabajar por sí solo.
- Cambios hormonales: Especialmente en el embarazo o en personas con hipotiroidismo.
- Efecto secundario de medicamentos: Algunos antidepresivos, analgésicos, antihipertensivos y suplementos de hierro o calcio pueden provocar estreñimiento.
- Problemas estructurales o neurológicos: Como el síndrome del intestino irritable, Parkinson, lesiones de médula espinal o cáncer de colon.
¿Qué síntomas presenta?
Aunque varía en cada persona, los síntomas típicos del estreñimiento incluyen:
- Menos de tres evacuaciones por semana.
- Heces duras, secas, grumosas o difíciles de expulsar.
- Sensación de evacuación incompleta.
- Hinchazón o distensión abdominal.
- Dolor o malestar durante la evacuación.
- Sensación de pesadez o llenura.
- En algunos casos, náuseas, gases o dolor de cabeza.
Cuando el estreñimiento es severo o prolongado, puede aparecer sangrado anal por fisuras o hemorroides, lo cual debe ser evaluado por un médico.
¿Cómo prevenirlo?
La mejor forma de prevenir el estreñimiento es adoptar hábitos saludables y constantes que favorezcan el tránsito intestinal:
- Aumentar la fibra dietética: Se recomienda consumir entre 25 y 35 gramos de fibra al día. Las fuentes ideales incluyen frutas (ciruela, kiwi, papaya), verduras, avena, salvado, legumbres y semillas.
- Hidratación adecuada: Beber entre 6 y 8 vasos de agua al día favorece el ablandamiento de las heces.
- Ejercicio regular: Actividades como caminar, nadar o practicar yoga ayudan a estimular el intestino.
- Evitar la represión del deseo de evacuar: Ir al baño siempre que el cuerpo lo pida.
- Establecer una rutina intestinal: Preferiblemente después del desayuno, cuando el reflejo gastrocolónico es más activo.
- Reducir el estrés: La ansiedad puede alterar el sistema digestivo.
Tratamiento natural
Muchos remedios caseros y terapias naturales ayudan a aliviar el estreñimiento de manera segura:
- Jugo de papaya con linaza y avena en ayunas: Promueve el movimiento intestinal gracias a su fibra soluble.
- Agua tibia con limón en ayunas: Estimula el sistema digestivo.
- Ciruelas pasas remojadas: Son laxantes naturales muy eficaces.
- Infusión de sen, hinojo o diente de león: Tienen efecto laxante suave. No se recomienda el uso prolongado sin supervisión.
- Aceite de oliva con limón: Una cucharada en ayunas puede lubricar el intestino.
- Masajes abdominales circulares: Realizados con aceite esencial de menta o jengibre pueden estimular el peristaltismo.
Además, las prácticas de relajación como el yoga o la meditación pueden ser útiles para quienes presentan estreñimiento por causas emocionales o estrés.
Tratamiento médico
Aunque en muchos casos el estreñimiento se resuelve con cambios de dieta y estilo de vida, es importante acudir al médico si:
- El estreñimiento dura más de dos semanas.
- Hay presencia de sangre en las heces.
- Se alterna con diarrea.
- Hay pérdida de peso inexplicada o dolor abdominal intenso.
El tratamiento médico puede incluir:
- Laxantes suaves de fibra o formadores de bolo fecal (psyllium, metilcelulosa).
- Laxantes osmóticos (lactulosa, polietilenglicol) que retienen agua en el intestino.
- Procinéticos o reguladores de motilidad en casos crónicos.
- Estudios diagnósticos como colonoscopía si se sospechan causas orgánicas.
- Educación del paciente sobre hábitos intestinales saludables.
- En casos complejos, se puede considerar la intervención de un gastroenterólogo, fisioterapia del suelo pélvico o incluso cirugía.